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Mostrando entradas de marzo, 2024

Salmo 24

Salmo de David Éste es el grupo que viene a tu presencia, Señor. Del Señor es la tierra y cuanto la llena,  el orbe y todos sus habitantes: él la fundó sobre los mares, él la afianzó sobre los ríos. ¿Quién puede subir al monte del Señor?  ¿Quién puede estar en el recinto sacro? El hombre de manos inocentes y puro corazón, que no confía en los ídolos. Ése recibirá la bendición del Señor,  le hará justicia el Dios de salvación.  Éste es el grupo que busca al Señor,  que viene a tu presencia, Dios de Jacob.   El salmo 24, compuesto para cantar en las grandes liturgias del templo, nos habla de la gente buscadora de Dios . En el mundo son muchas las personas que abrigan el deseo de encontrarlo y de ver su rostro. Los mueve el hambre de eternidad que está inscrito en su interior. ¿Cómo descubrimos a Dios? Para muchos, la contemplación de la naturaleza y su hermosura ya es una evidencia de Dios. Alguien ha tenido que crear este universo, los mares, los montes. Más aún: Alguie

Salmo 23

Salmo de David El Señor es mi pastor, nada me falta: en verdes praderas me hace recostar, me conduce hacia fuentes tranquilas, repara mis fuerzas. Me guía por el sendero justo, por el honor de su nombre. Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas conmigo; tu vara y tu cayado me sosiegan. Preparas una mesa ante mí, enfrente de mis enemigos; me unges la cabeza con perfume y mi copa rebosa.  Tu bondad y tu misericordia me acompañan todos los días de mi vida, y habitaré en la casa del Señor por años sin término.   Las palabras de este salmo nos resultan muy familiares. Es, quizás, el más recitado y cantado de todos. Lo solemos escuchar en funerales, pero también en ocasiones más alegres y festivas. Es una oración de confianza total en Dios. El salmo toma imágenes del Antiguo Testamento propias de los reyes y las aplica a Dios. Para el pueblo de Israel, de origen nómada, la imagen de un pastor es muy expresiva: el pastor cuida de las ovejas, las lleva a buenos

Salmo 22

Salmo de David   Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? Estás lejos de mi queja, de mis gritos y gemidos. Clamo de día, Dios mío, y no respondes, también de noche, sin ahorrar palabras. ¡Pero tú eres el Santo, entronizado en medio de la alabanza de Israel! En ti confiaron nuestros padres, confiaron y tú los libraste. A ti clamaron y se vieron libres, en ti confiaron sin tener que arrepentirse. Al verme, se burlan de mí, hacen visajes, menean la cabeza: «Acudió al Señor, que lo ponga a salvo; que lo libre, si tanto lo quiere.» Me acorrala una jauría de mastines, me cerca una banda de malhechores; me taladran las manos y los pies, puedo contar mis huesos. Se reparten mi ropa, echan a suertes mi túnica. Pero tú, Señor, no te quedes lejos; fuerza mía, ven corriendo a ayudarme.  Contaré tu fama a mis hermanos, en medio de la asamblea te alabaré. Fieles del Señor, alabadlo; linaje de Jacob, glorificadlo; temedlo, linaje de Israel.  Pocos salmos hay tan dr

Salmo 21

Salmo de David   Señor, el rey se alegra por tu fuerza, ¡y cuánto goza con tu victoria!   Le has concedido el deseo de su corazón,  no le has negado lo que pedían sus labios.   Te adelantaste a bendecirlo con el éxito,  y has puesto en su cabeza una corona de oro fino . Te pidió vida, y se la has concedido, años que se prolongan sin término.   Tu victoria ha engrandecido su fama,  lo has vestido de honor y majestad. Le concedes bendiciones incesantes, lo colmas de gozo  en tu presencia.   Porque el rey confía en el Señor,  y con la gracia del Altísimo no fracasará.   Que tu izquierda alcance a tus enemigos, y tu derecha a los que te odian.   Los convertirás en un horno encendido  el día de tu cólera, Señor; los devorará en su ira,  el fuego los consumirá.   Borrarás de la tierra su fruto,  y su semilla de entre los humanos.   Aunque tramen maldades contra ti y urdan intrigas,  nada conseguirán,   pues los pondrás en fuga,  tensando el arco contra ellos.   Levántate, Señor

Salmo 20

Salmo de David Que te escuche el Señor el día del peligro,  que te sostenga el nombre del Dios de Jacob;   que te envíe auxilio desde el santuario,  que te apoye desde el monte de Sion.   Que se acuerde de todas tus ofrendas, que le agraden tus sacrificios; que cumpla el deseo de tu corazón ,  que dé éxito a todos tus planes.   Nos alegraremos con tu salvación y en el nombre de nuestro Dios alzaremos estandartes;  que el Señor te conceda todo lo que pides . Ahora reconozco que el Señor da la victoria a su Ungido, que lo ha escuchado desde su santo cielo,  con los prodigios de su mano victoriosa.   Unos confían en sus carros, otros en su caballería; nosotros invocamos el nombre del Señor, Dios nuestro.   Ellos cayeron derribados,  nosotros nos mantenemos en pie.   Señor, da la victoria al rey  y escúchanos cuando te invocamos.   Este es un salmo regio que ensalza a David, como ungido, amado y predilecto de Dios. La fidelidad del rey a su Dios le comporta toda clase de

Salmo 19

Salmo de David   El cielo proclama la gloria de Dios, el firmamento pregona la obra de sus manos:   el día al día le pasa el mensaje,  la noche a la noche se lo susurra.   Sin que hablen, sin que pronuncien, sin que resuene su voz,   a toda la tierra alcanza su pregón y hasta los límites del orbe su lenguaje. Allí le ha puesto su tienda al sol:   él sale como el esposo de su alcoba, contento como un héroe, a recorrer su camino.   Asoma por un extremo del cielo y su órbita llega al otro extremo: nada se libra de su calor. La ley del Señor es perfecta y es descanso del alma; el precepto del Señor es fiel e instruye a los ignorantes.   Los mandatos del Señor son rectos  y alegran el corazón ;  la norma del Señor es límpida y da luz a los ojos.   El temor del Señor es puro y eternamente estable;  los mandamientos del Señor son verdaderos  y enteramente justos.   Más preciosos que el oro, más que el oro fino; más dulces que la miel de un panal que destila.   También tu sierv

Salmo 18

Del siervo del Señor, David, que dirigió al Señor las palabras de esta canción, cuando el Señor lo libró de todos sus enemigos y de las manos de Saúl. Yo te amo, Señor, tú eres mi fortaleza. Yo te amo, Señor, tú eres mi fortaleza; Señor, mi roca, mi alcázar, mi liberador. Dios mío, peña mía, refugio mío, escudo mío, mi fuerza salvadora, mi baluarte. Invoco al Señor de mi alabanza y quedo libre de mis enemigos. Viva el Señor, bendita sea mi Roca, sea ensalzado mi Dios y Salvador. Tú diste gran victoria a tu rey, tuviste misericordia de tu Ungido.   Cuántas veces se ha acusado al cristianismo de ser una religión de débiles, un consuelo barato, un remedio para someter a los espíritus inseguros, cargándoles de miedo y de culpa. Ciertamente, para los creyentes, la fe en Dios es un consuelo, una fuente de fortaleza y de energía que nos anima en las horas más bajas. Pero los versos de este salmo no reflejan miedo ni estrechez de corazón. Al contrario, exultan de aleg

Salmo 17

Oración de David Al despertar me saciaré de tu semblante, Señor. Escucha, Señor, mi justa demanda, atiende a mi clamor; presta oído a mi plegaria, porque en mis labios no hay falsedad. Tú me harás justicia, porque tus ojos ven lo que es recto: si examinas mi corazón y me visitas por las noches, si me pruebas al fuego, no encontrarás malicia en mí. Mi boca no se excedió ante los malos tratos de los hombres; yo obedecí fielmente a tu palabra, y mis pies se mantuvieron firmes en los caminos señalados: ¡mis pasos nunca se apartaron de tus huellas! Yo te invoco, Dios mío, porque tú me respondes: inclina tu oído hacia mí y escucha mis palabras. Muestra las maravillas de tu gracia, tú que salvas de los agresores a los que buscan refugio a tu derecha. Protégeme como a la niña de tus ojos; escóndeme a la sombra de tus alas de los malvados que me acosan , del enemigo mortal que me rodea. Se han encerrado en su obstinación, hablan con arrogancia en los labios; sus pasos ya me tienen c

Salmo 16

De David Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti. El Señor es el lote de mi heredad y mi copa; mi suerte está en tu mano. Tengo siempre presente al Señor, con él a mi derecha no vacilaré. Por eso se me alegra el corazón, se gozan mis entrañas, y mi carne descansa serena. Porque no me entregarás a la muerte, ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción. Me enseñarás el sendero de la vida, me saciarás de gozo en tu presencia, de alegría perpetua a tu derecha.   En tiempos de crisis y dificultades como los que vivimos, vale la pena leer con calma y profundizar en estos versos. Nos invitan a no caer en el alarmismo ni en el miedo, a no desanimarnos, sino dilucidar qué nos dicen estas líneas. Las escrituras siempre traen una palabra de aliento y esperanza. Este salmo es una exclamación de gozo y una llamada a la paz. Con Dios a nuestro lado, nunca vacilaremos. Él no es un Dios lejano e inalcanzable, sino nuestro «lote, nuestra heredad»: lo hemos recibido como regalo, él mi

Salmo 15

Salmo de David Señor, ¿quién puede hospedarse en tu tienda? El que procede honradamente y practica la justicia, el que tiene intenciones leales y no calumnia con su lengua. El que no hace mal a su prójimo ni difama al vecino, el que considera despreciable al impío y honra a los que temen al Señor. El que no presta dinero a usura ni acepta soborno contra el inocente. El que así obra nunca fallará. Señor, ¿quién puede hospedarse en tu tienda? Esta frase tiene como telón de fondo la peregrinación de Israel en el desierto y su alianza con Dios, sellada mediante el cumplimiento de la Ley. El templo era móvil: una tienda, rodeada por un espacio donde se ofrecían los sacrificios. Allí moraba el Señor. Hospedarse en la tienda de Dios es entrar en su casa, alojarse en su corazón . La pregunta, ¿quién puede hospedarse ahí?, expresa el deseo de vivir en su presencia y gozar de su protección y amor. Entre los antiguos israelitas no todos podían acceder al recinto sagrado donde habitaba

Salmo 14

De David Dice el necio para sí: «No hay Dios». Se han corrompido cometiendo execraciones,  no hay quien obre bien.   El Señor observa desde el cielo a los hijos de Adán,  para ver si hay alguno sensato que busque a Dios.   Todos se extravían igualmente obstinados,  no hay uno que obre bien, ni uno solo.   Pero ¿no aprenderán los malhechores,  que devoran a mi pueblo como pan  y no invocan al Señor?   Pues temblarán de espanto,  porque Dios está con los justos.   Podéis burlaros de los planes del desvalido,  pero el Señor es su refugio.   ¡Ojalá venga desde Sion la salvación de Israel! Cuando el Señor cambie la suerte de su pueblo,  se alegrará Jacob y gozará Israel .   «No hay Dios.» Como vemos, el ateísmo no es cosa moderna. Ya en tiempos antiguos había quienes despreciaban la divinidad y actuaban como si Dios no existiera . Lo dijo un filósofo, que afirmaba la muerte de Dios: Si Dios no existe, todo es posible . Es decir, no hay límites éticos para la acción human

Salmo 13

Salmo de David   ¿Hasta cuándo, Señor, seguirás olvidándome? ¿Hasta cuándo me esconderás tu rostro? ¿Hasta cuándo he de estar preocupado,  con el corazón apenado todo el día? ¿Hasta cuándo va a triunfar mi enemigo?   Atiende y respóndeme, Señor, Dios mío;  da luz a mis ojos para que no me duerma en la muerte, para que no diga mi enemigo: «Le he podido»,  ni se alegre mi adversario de mi fracaso.   Porque yo confío en tu misericordia:  mi alma gozará con tu salvación, y cantaré al Señor por el bien que me ha hecho.   Los salmos de súplica son los más numerosos en el Salterio. Quizás porque nuestra oración, muchas veces, está motivada por la angustia y la desesperación. Cuando no sabemos a quién más recurrir... ¡acudimos a Dios! Hay momentos en la vida en que Dios parece ocultarnos su rostro . Se esconde, calla, está tapado como el sol tras las nubes. Las cosas nos van mal, los problemas nos angustian, los «enemigos» nos acosan. Y clamamos al cielo. ¡Atiéndeme y respó

Salmo 12

Salmo de David   Sálvanos, Señor, que se acaban los buenos,  que desaparece la lealtad entre los hombres:  no hacen más que mentir a su prójimo,  hablan con labios embusteros y con doblez de corazón.   Extirpe el Señor los labios embusteros y la lengua  fanfarrona   de los que dicen: «La lengua es nuestra fuerza, nuestros labios nos defienden, ¿quién será nuestro amo?».   E l Señor responde: «Por la opresión del humilde,  por el gemido del pobre, yo me levantaré  y pondré a salvo al despreciado».   Las palabras del Señor son palabras auténticas, como plata limpia de ganga, refinada siete veces.   Tú nos guardarás, Señor, nos librarás para siempre de esa gente.   Los malvados merodean  mientras crece la corrupción entre los hombres.   Al rey David le tocó lidiar con tiempos difíciles y gentes peligrosas, como se desprende de estos versos. Pero las tribulaciones de David son las de todos nosotros . ¿Cuántas veces hemos sentido que el mundo está lleno de mentira e hipocresía

Salmo 11

  Al Señor me acojo, ¿por qué me decís:  «Escapa como un pájaro al monte»?   ¿Porque los malvados tensan el arco, ajustan las saetas a la cuerda, para disparar en la sombra contra los buenos?   Cuando fallan los cimientos, ¿qué podrá hacer el justo?   Pero el Señor está en su templo santo,  el Señor tiene su trono en el cielo;  sus ojos están observando, sus pupilas examinan a los hombres.   El Señor examina a inocentes y culpables,  y al que ama la violencia él lo odia.   Hará llover sobre los malvados ascuas y azufre,  les tocará en suerte un viento huracanado.   Porque el Señor es justo y ama la justicia:  los buenos verán su rostro.   El pensamiento cristiano ha calado tanto en nosotros que, cuando leemos algunos salmos, nos chirrían los versos. ¿Puede Dios odiar al violento? ¿Hará llover fuego del cielo sobre los malvados, como pretendían los hermanos Zebedeos? ¿ Nos está vigilando , como un severo guardián, para ver a quién debe castigar? La imagen del Padre que

Salmos 9-10

Alef Te doy gracias, Señor, de todo corazón, proclamando todas tus maravillas ;   me alegro y exulto contigo, y toco en honor de tu nombre,  oh, Altísimo.   Bet Porque mis enemigos retrocedieron, cayeron y perecieron ante tu rostro.   Defendiste mi causa y mi derecho,  sentado en tu trono como juez justo.   Guímel Reprendiste a los pueblos, destruiste al impío y borraste para siempre su apellido.   El enemigo acabó en ruina perpetua, arrasaste sus ciudades y se perdió su nombre.   He Dios está sentado por siempre en el trono que ha colocado para juzgar.   Él juzgará el orbe con justicia y regirá las naciones con rectitud .   Vau Él será refugio del oprimido, su refugio en los momentos de peligro.   Confiarán en ti los que conocen tu nombre,  porque no abandonas a los que te buscan.   Zain Tañed en honor del Señor, que reside en Sión;  narrad sus hazañas a los pueblos;   él venga la sangre,  él recuerda y no olvida los gritos de los humildes.   Jet Piedad, Seño

Salmo 8

¡Señor, Dios nuestro,  qué admirable es tu nombre en toda la tierra! Ensalzaste tu majestad sobre los cielos.   Cuando contemplo el cielo, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que has creado, ¿qué es el hombre para que te acuerdes de él, el ser humano, para mirar por él?   Lo hiciste poco inferior a los ángeles,  lo coronaste de gloria y dignidad;   le diste el mando sobre las obras de tus manos.  Todo lo sometiste bajo sus pies.   Rebaños de ovejas y toros,  y hasta las bestias del campo,  las aves del cielo, los peces del mar que trazan sendas por el mar.   ¡Señor, Dios nuestro,  qué admirable es tu nombre en toda la tierra!   Es uno de los pocos salmos que cantamos, casi al completo, en nuestras celebraciones. Con música alegre, rebosando admiración y gratitud , estos versos son una alabanza a Dios por las maravillas de la creación. El salmo 8 nos lleva al primer capítulo del Génesis , que describe la creación. Los autores de este escrito reflejan una v