Salmo de David Que te escuche el Señor el día del peligro, que te sostenga el nombre del Dios de Jacob; que te envíe auxilio desde el santuario, que te apoye desde el monte de Sion. Que se acuerde de todas tus ofrendas, que le agraden tus sacrificios; que cumpla el deseo de tu corazón , que dé éxito a todos tus planes. Nos alegraremos con tu salvación y en el nombre de nuestro Dios alzaremos estandartes; que el Señor te conceda todo lo que pides . Ahora reconozco que el Señor da la victoria a su Ungido, que lo ha escuchado desde su santo cielo, con los prodigios de su mano victoriosa. Unos confían en sus carros, otros en su caballería; nosotros invocamos el nombre del Señor, Dios nuestro. Ellos cayeron derribados, nosotros nos mantenemos en pie. Señor, da la victoria al rey y escúchanos cuando te invocamos. Este es un salmo regio que ensalza a David, como ungido, amado y predilecto de Dios. La fidelidad del rey a su Dios le comporta toda clase de