Al director. Cántico. Aclamad al Señor, tierra entera; tocad en honor de su nombre; cantad himnos a su gloria; decid a Dios: ¡Qué temibles son tus obras! Que se postre ante ti la tierra entera, que toquen en tu honor, que toquen para tu nombre. Venid a ver las obras de Dios, sus temibles proezas en favor de los hombres. Transformó el mar en tierra firme, a pie atravesaron el río. Alegrémonos con Dios, que con su poder gobierna eternamente. Sus ojos vigilan a los pueblos para que no se subleven los rebeldes. Pausa . Bendecid, pueblos, a nuestro Dios, haced resonar sus alabanzas, porque él nos ha devuelto la vida y no dejó que tropezaran nuestros pies. Oh, Dios, nos pusiste a prueba, nos empujaste a la trampa, nos echaste a cuestas un fardo: sobre nuestro cuello cabalgaban los mortales; pasamos por fuego y agua, pero nos has dado respiro. Entraré en tu casa con víctimas y cumpliré mis votos: los que pronunciaron mis labios y prometió mi boca en peligro. Te ofreceré víctimas ceb