1Canción de las subidas. De David. Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte —que lo diga Israel—, 2 si el Señor no hubiera estado de nuestra parte, cuando nos asaltaban los hombres, 3 nos habrían tragado vivos: tanto ardía su ira contra nosotros. 4 Nos habrían arrollado las aguas, llegándonos el torrente hasta el cuello; 5 nos habrían llegado hasta el cuello las aguas impetuosas. 6 Bendito el Señor, que no nos entregó en presa a sus dientes; 7 hemos salvado la vida, como un pájaro de la trampa del cazador: la trampa se rompió, y escapamos. 8 Nuestro auxilio es el nombre del Señor, que hizo el cielo y la tierra. . . . Seguimos con esta serie de salmos de las subidas, las subidas a Jerusalén. Durante su caminar, los peregrinos recuerdan. La memoria recoge la historia del pueblo , las vicisitudes de sus antepasados, que son también la historia de su vida, de su ahora. Una experiencia de liberación y salvación se puede trasladar al presente. También nosotros, h