Al Director. Salmo de David. Señor, tú me sondeas y me conoces. 2 Me conoces cuando me siento o me levanto, de lejos penetras mis pensamientos; 3 distingues mi camino y mi descanso, todas mis sendas te son familiares. 4 No ha llegado la palabra a mi lengua, y ya, Señor, te la sabes toda. 5 Me estrechas detrás y delante, me cubres con tu palma. 6 Tanto saber me sobrepasa, es sublime, y no lo abarco. 7 ¿Adónde iré lejos de tu aliento, adónde escaparé de tu mirada? 8 Si escalo el cielo, allí estás tú; si me acuesto en el abismo, allí te encuentro; 9 si vuelo hasta el margen de la aurora, si emigro hasta el confín del mar, 10 allí me alcanzará tu izquierda, me agarrará tu derecha. 11 Si digo: «Que al menos la tiniebla me encubra, que la luz se haga noche en torno a mí», 12 ni la tiniebla es oscura para ti, la noche es clara como el día, la tiniebla es como luz para ti. 13 Tú has creado mis entrañas, me ...