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Mostrando entradas de mayo 26, 2024

Salmo 73 (72)

Salmo de Asaf. ¡Qué bueno es Dios para el justo, Dios para los limpios de corazón!   Pero yo por poco doy un mal paso,  casi resbalaron mis pisadas:   porque envidiaba a los perversos, viendo prosperar a los malvados.   Para ellos no hay sinsabores, están sanos y orondos;  no pasan las fatigas humanas, ni sufren como los demás.  Por eso su collar es el orgullo, y los cubre un vestido de violencia;   de las carnes les rezuma la maldad,  el corazón les rebosa de malas ideas.   Insultan y hablan mal, y desde lo alto amenazan con la opresión.   Su boca se atreve con el cielo.  Y su lengua recorre la tierra.   Por eso se sientan en lo alto y las aguas no los alcanzan.   Ellos dicen: «¿Es que Dios lo va a saber, se va a enterar el Altísimo?».   Así son los malvados: siempre seguros, acumulan riquezas.   Y dije: ¿para qué he limpiado yo mi corazón y he lavado en la inocencia mis manos?   ¿Para qué aguanto yo todo el día  y me corrijo cada mañana?   Si yo dijera: «Voy a hablar con ello