De David. Te ensalzaré, Señor, porque me has librado . Te ensalzaré, Señor, porque me has librado y no has dejado que mis enemigos se rían de mí. Señor, sacaste mi vida del abismo, me hiciste revivir cuando bajaba a la fosa. Tañed para el Señor, fieles suyos, dad gracias a su nombre santo; su cólera dura un instante, su bondad, de por vida; al atardecer nos visita el llanto; por la mañana, el júbilo. Escucha, Señor, y ten piedad de mí; Señor, socórreme. Cambiaste mi luto en danzas. Señor, Dios mío, te daré gracias por siempre. Este salmo recoge con imágenes poéticas los avatares de la vida humana. Hay momentos de llanto, días de júbilo; dolor, gozo, muerte y vida se suceden. Y en medio de las turbulencias, siempre podemos encontrar a Dios. Todos, en algún momento de nuestra vida, nos hemos sentido angustiados y oprimidos por las dificultades y por enemigos, ya fueran personas o situaciones que nos aprietan. ¡Cuántas nos parece estar metidos en un foso oscuro, u