Aleluya. Alabad al Señor en su templo, alabadlo en su fuerte firmamento; 2 alabadlo por sus obras magníficas, alabadlo por su inmensa grandeza. 3 Alabadlo tocando trompetas, alabadlo con arpas y cítaras; 4 alabadlo con tambores y danzas, alabadlo con trompas y flautas; 5 alabadlo con platillos sonoros, alabadlo con platillos vibrantes. 6 Todo ser que alienta alabe al Señor. ¡Aleluya! . . . ¡Salmo final! Con redobles, arpas, cítaras y un aleluya que llega hasta las puertas del cielo. Se dice que la última palabra es la definitiva, la conclusiva, la más importante. Las últimas palabras de un hombre antes de morir, la última palabra de un discurso, de una canción, de un poema. El broche de oro. Las últimas palabras del salmo son de alabanza. Hay santos que dicen que la única oración que, en realidad, deberíamos pronunciar, es la alabanza. Hay teólogos que afirman que toda forma de oración, en el fondo, es una alabanza. La liturgia pasc...
1Aleluya. Cantad al Señor un cántico nuevo, resuene su alabanza en la asamblea de los fieles; 2 que se alegre Israel por su Creador, los hijos de Sión por su Rey. 3 Alabad su nombre con danzas, cantadle con tambores y cítaras; 4 porque el Señor ama a su pueblo y adorna con la victoria a los humildes. 5 Que los fieles festejen su gloria y canten jubilosos en filas: 6 con vítores a Dios en la boca y espadas de dos filos en las manos: 7 para tomar venganza de los pueblos y aplicar el castigo a las naciones, 8 sujetando a los reyes con argollas, a los nobles con esposas de hierro. 9 Ejecutar la sentencia dictada es un honor para todos sus fieles. ¡Aleluya! . . . Penúltimo salmo. El Aleluya resuena con más fuerza, acompañado de cítaras, tambores y danzas. Ya no sólo cantamos, danzamos ante Dios. Lo adoramos con la mente, con el corazón, con la voz y con el cuerpo. La invitación es al regocijo y la alegría completa. ¿Por qué?, podemos ...